El saqueo: destrucción de la memoria común y la historia

 



Sabías que

La «Historia» y la «memoria común» son conceptos relacionados pero distintos.

La Historia se basa en una investigación rigurosa y documentada de los hechos, que se verifica y se cuestiona constantemente, se basa en fuentes primarias y secundarias, como documentos, testimonios, registros y análisis crítico, se escribe con un propósito académico y se dirige a un público interesado en conocer los hechos objetivos. Se transforma a medida que se descubren nuevos hallazgos y se cuestionan las interpretaciones previas, sin embargo, a menudo esta ha sido escrita desde una perspectiva ideológica, reflejando las agendas políticas, sociales y culturales de quienes la escriben. Esto ha llevado a la omisión o exageración de ciertos eventos, grupos y personas, pues ha ignorado o minimizado la experiencia y los logros de las mujeres, las minorías étnicas y raciales, los pueblos indígenas, las personas con discapacidades y otros grupos marginados.

Mientras que la memoria común se refiere a las percepciones subjetivas y compartidas de los procesos históricos y los recuerdos de una comunidad o sociedad en particular, la cual puede ser influenciada por factores emocionales, culturales y sociales. Estos recuerdos pueden ser históricos, culturales o sociales y a menudo se transmiten a través de la educación formal y no formal, la tradición oral, la literatura, el arte y los medios de comunicación. se utiliza para transmitir y reforzar la identidad, los valores y la cultura de una comunidad o sociedad en particular la cual puede permanecer más constante y resistente al cambio.

En ambos casos necesita de elementos materiales y simbólicos que le den sentido de referencia, es a lo que se le conoce por un lado como «patrimonio» (compuesto de patris=padre y onium= recibido, que vendría a ser algo así como “lo heredado por el padre” o de manera actual “la herencia de la Patria”), hay quienes proponen denominarlo como «Lo común», pues indica lo que es compartido o compartible por un grupo de personas o una comunidad en particular. Esto puede incluir recursos, conocimientos, valores, experiencias y prácticas que son considerados como pertenecientes a la comunidad en su conjunto, y no solo a individuos aislados.



El saqueo y extractivismo de estos bienes comunes, materiales y simbólicos, ponen en riesgo su disponibilidad a largo plazo, eso quiere decir que las nuevas generaciones ya no podrán compartir eso que nos vincula de manera común, nuestra memoria. 

Estos bienes comunes son un regalo de nuestros ancestros y de la Madre Tierra; una joya única, irrepetible e irreemplazable ¿Qué valor le pones a esto? ¿Cuánto pagarías por una bocanada de aire limpio, por comer la comida que te preparaba con cariño la persona más querida, por escuchar la risa de tus ancestros?


Para leer más:

González-Varas, I. I. (2014). Las ruinas de la memoria. Ideas y conceptos para una (im)posible teoría del patrimonio cultural (1a ed.). Siglo XXI.

https://www.google.com.mx/books/edition/Las_ruinas_de_la_memoria/OPOkDwAAQBAJ?hl=es-419&gbpv=1

 Ruffer, M. (2014). La exhibición del otro: tradición, memoria y colonialidad en museos de México. Antíteses, 7(14), 94.  https://doi.org/10.5433/1984-3356.2014v7n14p94






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