Sabías que
Los renacuajos, tempolocates, atolocates o atotócatl
formaban parte de la gastronomía de los antiguos mexicanos. Estos animalitos no
son otra cosa que una fase larvaria de las ranas. Algunos de los mayores del pueblo en San josé Chiapa, cuentan que en las zonas de charcos y hacia el llano, en temporada de
lluvias era posible recolectarlos, para comerlos en sopa o en tamalitos. Sólo
les aplastaban las pancitas para sacar sus tripitas, los lavaban y quedaban listos para cocinarse.
Los tempolocates como
las ranas tienen un bajo contenido calórico y de grasa, les atribuyen
propiedades de selenio, fósforo y agua para fortalecer las vías respiratorias,
aunque no hay estudios suficientes para afirmarlo.
Lo cierto es que este es uno de los tantos alimentos con los
que nuestros ancestros, desde épocas prehispánicas sumaban a su dieta, según dicen su sabor es exquisito, y es muy posible ya que las propias ranitas son un
alimento de alta cocina.
¿En tu familia los consumen o consumieron?
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